Hola./ "Cosechar el agua de lluvia es una inteligente y antiquísima práctica que en nuestros días todavía no es frecuente. Sin embargo, el cambio climático nos situará en escenarios donde las sequías y las lluvias torrenciales podrán alternarse. Las casas que estén equipadas con un sistema más o menos simple de recogida de la lluvia podrán ahorrar en la factura, soportar las probables restricciones en el suministro de agua durante el verano y hacer un uso sostenible de un recurso limitado. Los barriles llenos de agua de lluvia permiten regar el jardín, llenar la cisterna del baño o suministrar agua al lavavajillas. Por otra parte, el aprovechamiento del agua de lluvia ayuda a conservar las reservas de los acuíferos.
El sistema más completo y eficiente consta de un gran depósito subterráneo que está conectado a la instalación de fontanería de la casa, pero unos simples barriles de plástico pueden conservar una cantidad interesante de agua para usos muy diversos.
Elegir lugar y depósito o depósitos. Lo normal es colocarlo debajo de un desagüe procedente o bien del tejado o bien de la terraza, si es posible en la cara orientada hacia norte para que no se caliente con la energía del sol. Hay que fijarlo muy bien sobre una superficie perfectamente plana. Por ejemplo, podemos colocarlo sobre un par de bloques de hormigón.
Hay que considerar la estética. En el mercado hay depósitos con forma de aljibe de cerámica o de barril de madera. Otros aspectos son la capacidad y el presupuesto. Se considera que, para recoger menos de 4.000 litros, el material preferible es el polietileno. Por otra parte, debe ser opaco para inhibir el crecimiento de algas.
Los que más frecuentemente se instalan sobre el suelo o en terrazas contienen unos 250 litros de agua y cuestan en torno a los 100 €. La opción más barata es dirigirse a fábricas de productos alimentarios –yogures, bollería…– y pedir algunos de los depósitos donde reciben los ingredientes.
Si se desea enterrar el depósito, hay que comentarlo con el proveedor porque necesita refuerzos para soportar las dilataciones y contracciones del terreno debidas a los cambios estacionales de temperatura.
En sólo una hora de lluvia con intensidad media, se puede llenar el depósito con la capacidad mencionada. Para recoger cantidades mayores, simplemente hay que conectar barriles nuevos mediante tubos.
Existen varias fórmulas para estimar el tamaño del depósito si se desea maximizar el aprovechamiento: cada 2,5 cm de lluvia sobre un tejado de 100 m2 representa unos 2.400 litros de agua, o más sencillo, cada milímetro de lluvia sobre un metro cuadrado de superficie deja un litro de agua. Según el tamaño del depósito que deseemos colocar o el volumen de necesidades que deseamos cubrir, diseñaremos el sistema para recoger todo el agua que corra por el tejado o sólo una parte.
Para conducir el agua hasta el barril o barriles, es necesario modificar el bajante, bien alargándolo o bien acortándolo y haciéndolo entrar en el depósito. En las ferreterías se encuentra todo el material necesario. Los canales de desagüe de plástico son los más fáciles de manipular.
Filtro de entrada: Es importante que el agua almacenada se mantenga limpia. Para ello se puede colocar una rejilla metálica en la parte alta del bajante, en el tejado, para que retenga las hojas, y un filtro en la entrada del depósito.
Para elaborar este filtro, cuya misión es evitar que el depósito se convierta en un nido de mosquitos y otros insectos, se puede cortar con una sierra caladora la parte superior de un cubo de pintura de 10 litros, de manera que obtendremos un cilindro de unos 12 cm de altura. En la tapa se practica un corte a la medida de la salida del desagüe, que se encastará unos cuantos centímetros. La parte abierta del filtro se introducirá unos dos centímetros en un agujero del mismo diámetro, practicado en la tapa del depósito. Dentro del cilindro dispondremos una malla fina de nailon, que sólo dejará pasar el agua. Después de cada tormenta, sólo habrá que quitar la tapa del filtro y limpiar la red.
A unos 5 cm del fondo del depósito, practicaremos un agujero de unos 2 cm de diámetro donde instalaremos el grifo de vaciado. Puede estar dotado de una rosca para manguera. Existen barriles que ya llevan incorporada la salida de agua.
Instalando además una sencilla bomba eléctrica y las conducciones necesarias, se puede llevar el agua desde el depósito a la cisterna del baño o la lavadora. Así se evita el despilfarro innecesario de agua potable.
Por otra parte, en la parte alta del depósito, hay que hacer otro orificio donde se acoplará un tubo que conecte con el desagüe general. Por ahí rebosará el agua cuando el depósito esté lleno.
Existen depósitos pluviales que incorporan el filtro, la bomba –específica para el agua de lluvia y de alta eficiencia energética– así como el grifo y la salida de rebosamiento.
Por Manuel Núñez y Claudina Navarro"./ Ve el enlace. Espero haberte ayudado. Salud y suerte.